Un vecino con síndrome de Diógenes en la comunidad de vecinos: cómo gestionarlo
La vida en comunidad puede constituir un gran reto, y más aún cuando algún miembro padece lo que se conoce como síndrome de Diógenes. La afección es poco conocida, pero parece tener un trasfondo de trastornos psiquiátricos. Los expertos se refieren a ella como un problema social y como una dolencia del alma por su conexión con la soledad. El problema es que pese al aislamiento que lo caracteriza, otros pueden verse afectados.
Todo aquel que ha vivido en una comunidad de vecinos en la que se aloja alguien con síndrome de Diógenes tendrá una idea de ello. La acumulación de basura no solo genera malos olores; también atrae insectos, roedores y enfermedades que podrían afectar a muchas personas. Pero entonces,¿cómo podemos ayudar a quienes padecen esta soledad exacerbada? ¿Qué puede hacer el administrador de la finca?
Primero definamos el problema. El síndrome de Diógenes es un trastorno del comportamiento caracterizado por el abandono total del cuidado personal y social. Es común en personas de edad avanzada que viven solas, pero los jóvenes también pueden padecerlo. Por lo general, afecta a quienes experimentan soledad o han atravesado un evento doloroso, como el duelo; incluso puede haber depresión.
Quienes lo padecen suelen evitar cualquier contacto con otras personas. Su aislamiento es tal que pueden vivir en una comunidad de vecinos sin conocer a nadie. Mientras tanto, el interior de su hogar acumula una gran cantidad de objetos inservibles y de basura. También abandonan por completo la higiene personal, lo cual puede derivar en enfermedades que no llegan a tratar.
Aunque parezca un problema limitado al interior de la casa del afectado, suele trascender. A medida que la afección avanza, la acumulación de basura genera malos olores. Luego llegan las moscas, cucarachas, ratones y demás plagas que acelerarán el deterioro de la vivienda. Y no conforme con ello, estas empezarán a afectar a la comunidad de vecinos, que se verá en la necesidad de actuar.
Ahora llegamos a la parte más difícil. ¿Qué podemos hacer cuando dentro de nuestra comunidad reside una o varias personas que padecen el síndrome de Diógenes? Muchos podrían simplemente hacer caso omiso de ello, mientras que otros buscarían la forma de ayudar. El problema es que hacerlo no es tan sencillo dado que el aislamiento suele ser extremo.
El primer paso es cerciorarse de que el diagnóstico es el correcto. Algunos de la comunidad de vecinos podrían haber notado algunas de las características del síndrome de Diógenes descritas. Consultar a un profesional de la salud describiendo las características del caso podría ser buena idea; de este modo, habría más bases para tomar acciones.
Hecho esto, lo mejor es tomar cartas en el asunto cuanto antes. Según el Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid, es correcto informar a las autoridades sanitarias y legales; estos son el Registro General del Ayuntamiento y los Servicios Sociales local. La comunidad de vecinos podría presentar un documento que exponga la problemática de síndrome de Diógenes.
Simultáneamente, la comunidad de vecinos debe establecer una junta para discutir la acción conjunta para abordar la situación del vecino afectado. Como nos indica la intuición, el primer paso es ofrecer ayuda y apoyo a la persona sospechosa de padecer el síndrome de Diógenes. Sin embargo, es muy común que estos la rechacen. En este caso, el administrador de la finca puede tomar acciones más drásticas.
Los asesores del Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid (CAFMadrid) confirman este paso como correcto. El privilegio que posee el administrador de fincas puede aprovecharse para proporcionar la ayuda rechazada. Lo importante es no darle largas a la acción puesto que los resultados suelen ser mejores atacando al síndrome de Diógenes de forma temprana.