administradores fincas
El administrador de fincas es una de esas figuras que destacan y son designadas dentro de una comunidad de propietarios. Sin embargo, en la actualidad es probable que todavía no quede muy claro cuáles son sus funciones o responsabilidades. Si bien se ve involucrado en distintos procesos en pro de la comunidad, muchos desconocen su labor. Ante ello, vamos a desglosar cada cualidad por la cual está conformada este cargo.
La figura del administrador de fincas es más antigua de lo que parece, siendo una pequeña profesión de libre ejercicio. En sí, es un rol que se asigna a una persona bien sea por cuenta propio o mediante una votación en consejo vecinal. A partir de allí, quien ostente el cargo se convertirá en responsable y representante de la comunidad en una gran variedad de frentes.
Como su nombre lo indica, administra todos los aspectos que están ligados a las fincas comunales tanto en el área rural como urbana. Todo esto abarca el contexto legal, financiero, técnico y administrativo, encabezando cada procedimiento. Básicamente, es quien velará por el correcto desenvolvimiento de la comunidad, así como el cumplimiento exacto de las normas.
Entre otras cosas, el administrador de fincas funge como mediador entre las partes aglomeradas en una comunidad. De igual manera, es el soporte principal a quien acudir en caso de conflictos o malos entendidos. A la larga, se transforma en quien gestiona los alquileres, los espacios comunes y todo aquello que amerite ser regulado. Por consiguiente, de no existir, la anarquía sería predominante.
El puesto de administrador de fincas está desglosado en una serie de funciones y responsabilidades bien pautadas. Pese a que parece ser un cargo sencillo, realmente amerita esfuerzo, concentración y, sobre todo, disciplina. Hoy en día, muchas son las quejas de los propietarios ante la mala gestión de estas figuras. Por lo que, si quieres hacer un buen trabajo, memoriza tus prioridades:
En una comunidad de propietarios la gestión del alquiler es la piedra angular para el mantenimiento de la edificación. Aunque el administrador de fincas no se lucre directamente de esa ganancia, sí debe estar al frente del cobro adecuado de este pago. En otras palabras, es el enemigo principal de los vecinos morosos y quien rendirá cuentas a la tesorería de la junta de vecinos.
Desde el punto de vista legal, el administrador de fincas destina un porcentaje del dinero recaudado para el pago de impuestos. Adicionalmente, debe elaborar un plan de gestión o estructuración para abonar la cantidad asociada a este deber judicial. De igual manera, nunca debe atrasarse en la jornada, dado que significaría morosidad para la comunidad en general.
Para quienes deseen anexarse a la comunidad de propietarios, el administrador de fincas es quien controla toda la información de bienvenida. En ese respecto, se desempeña como un guía quien conoce todos los detalles acerca de lo que es vivir en la finca, sin importar si es rural o urbana. Por su parte, es quien establece cuáles son todas las ventajas acerca de hacer vida en el lugar.
El administrador de fincas es un celador oficial en pro del cumplimiento de toda la normativa en la comunidad de vecinos. Es el que está al tanto del cuidado de los espacios comunes, así como el que pregona el respeto a la propiedad privada. Sin su sabiduría o constante insistencia en la calidad de vida, el estado de la localidad sería un desastre. Por tal motivo, es una figura de la cual no se puede prescindir tan fácilmente.
Por último, entre las funciones más subrayadas de un administrador de fincas, la propia gestión administrativa es su eslabón más emblemático. En este apartado, es quien lleva el registro de todos los propietarios y/o vecinos de la comunidad, junto a sus credenciales de identidad. A causa de ello, se encarga de actualizar los libros personales y de quienes viven en actualidad dentro de la finca.
Hasta la fecha, existen carreras técnicas cortas que gradúan especialistas en administración de fincas. De igual manera, se tiene noción de cursos gubernamentales oficiales para sacar adelante esta profesión. Indiferentemente del método, no cabe duda que se debe tener preparación eficaz para este puesto. De no ser así, las quejas en la comunidad podrían abundar.
Por su parte, el requisito indispensable es contar con disponibilidad inmediata y horario para el puesto. Particularmente, es un empleo que no se define por un horario establecido, ya que siempre está en labor. Ante ello, debe estar abierto en cualquier momento para resolver conflictos o atender las necesidades de la finca. A raíz de ello, se precisa a alguien 100% enchufado.