Te hablamos sobre la relación de los restos arqueológicos con el ascensor cota zero, como se procede al descubrirlos y las dos opciones.
En España la historia está presente en todos lados. Existen muchos edificios cuya construcción data a tiempos antiguos y varias décadas atrás. Son estos mismos edificios, cuyos sistemas de ascensores no son tan modernos que suelen requerir la instalación de un ascensor cota zero y en los cuales, debido al proceso de instalación, también se suelen encontrar restos arqueológicos. Sin duda, se trata de un acontecimiento importante y en el cual se deben tomar decisiones.
Los restos arqueológicos al realizar construcciones o instalaciones de un ascensor cota zero son más comunes de lo que parece, tanto en zonas rurales como urbanas. Dicho hallazgo puede tener muchos efectos sobre el proceso de construcción, ya que, dependiendo de la importancia o el tamaño de los restos, será necesario proceder de manera diferente. De hecho, existen muchos casos en los que es necesario cambiar por completo el curso de la instalación o construcción.
Claro, no es como que todos los días escuchemos o leamos noticias sobre unos restos arqueológicos encontrados mientras se ejecutaba la instalación de un ascensor cota zero. Sin embargo, teniendo en cuenta que este procedimiento es usualmente necesario en edificios de construcción antigua y con sistemas muy pasados de moda, es de esperarse que algo así pueda suceder. Por otro lado, la mayoría de estos encuentros son pura coincidencia.
Los restos arqueológicos encontrados bajo una construcción son muy variados en importancia y tipo. En la actualidad se han escuchado muchas historias sobre estos hallazgos, como el descubrimiento del teatro Cartago Nova en Cartagena. Asimismo, también existen otros acontecimientos como el hallazgo del gran tesoro romano del Zaudín, encontrado al abrir una zanja para una obra. Los restos podrían encontrarse en cualquier lado.
Cabe destacar que la Ley de Patrimonio Histórico Español establece que todos los restos arqueológicos descubiertos, no importa el lugar ni el momento, son de dominio público. Por lo tanto, no importa si lo encontró el propietario del edificio o los profesionales encargados de la instalación del ascensor cota zero. Los mismos pertenecen a la sociedad. Es por ello que, en estos casos, será necesario pausar la instalación hasta que la institución adecuada decida qué hacer.
Asimismo, el hallazgo de los restos arqueológicos debe notificarse con las autoridades correspondientes en un plazo de 48 horas. Cabe destacar que una vez se ha notificado, existen normas que protegen el yacimiento, por lo que se podría perder control de la obra. Esto quiere decir que la administración podría restringir que el proceso continúe en lo absoluto. Además, se detengan derribos y no se permitan más construcciones en el futuro.
Por suerte, no todo está perdido para los residentes de una comunidad de vecinos que necesitaban de la instalación de un ascensor cota zero. Así como la administración se encarga de tomar control del yacimiento de los restos arqueológicos, también toman en consideración las necesidades del individuo. Por lo tanto, de determinarse que no se puede proceder con la instalación. Se suele ofrecer una indemnización al promotor o al que pretendía construir en la zona.
Una vez se ha descubierto los restos arqueológicos y se notifican ante las autoridades, existen dos caminos posibles que se pueden tomar. En caso de que se pueda reconocer que el hallazgo no es de gran importancia. Entonces la documentación in situ, con estratigrafía y extracción incluidas, además de la destrucción de la estructura documentada, es aceptable.
En el caso de que se trate de restos arqueológicos importantes. Entonces será necesario realizar un levantamiento y conservación de los restos, ya que estos no pueden documentarse únicamente. Sin embargo, este último camino es muy poco probable, siendo tan solo el 15% de los casos. Por lo tanto, la paralización de la instalación de un ascensor cota zero es poco probable. Y, en cualquier caso, se suele optar por modificar la obra en lugar de paralizarla.