A la hora de realizar alguna reforma en nuestra vivienda, siempre surge la duda de cuáles son los tipos de procedimientos que se deben seguir para no incurrir en ningún tipo de violación de las normas de la comunidad, es por ello que antes de decidir cuál será la reforma, será necesario familiarizarse con los permisos o licencias pertinentes que aplican a cada caso, para así apegarse a las leyes que rigen este tipo de proyectos.
Las reformas se pueden definir como cualquier tipo de remodelación que se haga de forma parcial o total de algún inmueble, las leyes de diferentes comunidades coinciden que para proceder será necesario el permiso de obra, una legalidad que da parte a todos los involucrados y afectados por la modificación. Los permisos de obra suelen requerir ciertos trámites y hasta pagos, dependiendo del impacto que tengan en su entorno inmediato.
El permiso de obra fue diseñado para autorizar no solo la modificación de la vivienda, sino también permitir la colocación de un contenedor de escombros mientras la obra es ejecutada. Dependiendo de factores como las leyes específicas de cada ayuntamiento, así como el tipo de obra, las regulaciones podrán variar con diferente documentación que será requerida e importes que deberán ser cancelados para poder permitir la ejecución del proyecto.
La licencia o permiso de obra se caracteriza por determinar el grado de complejidad de la obra para saber si será necesaria la supervisión de algún profesional o si podrá ser ejecutada por la persona sin mayor complicación. Todo esto se basará en los rangos de obras que establece la ley, que van desde las más sencillas hasta las que, por su ejecución, requieren de la presencia de profesionales.
La clasificación de las obras que necesitan permiso de obra, inicia con la categoría de obras sencillas, que se definen como el tipo de obra que requiere iniciar un trámite con el Ayuntamiento del distrito donde se ubique el inmueble, pero que pueden ser ejecutadas sin supervisión de un arquitecto o ingeniero. Aunque sean obras sencillas, es necesario contar con el permiso del Ayuntamiento para poder sacar los escombros en sus contenedores.
En esa misma línea de permisos de obra, se encuentran las obras que deben presentar documentación y supervisión, ya que la complejidad de los procesos requiere que se ejecuten con permisos específicos y con supervisión de personal capacitado, bien sea de un técnico o ingeniero que se asegure de cumplir con las medidas de seguridad pertinentes. Finalmente se ubican las obras exentas, las cuales no necesitan ningún tipo de permiso debido a su sencillez.
Una vez determinados los permisos se procederá a cubrir los costes que genere cada trámite, empezando por la Tasa por prestación de servicios urbanísticos, que cubrirá el trabajo administrativo que ha generado la tramitación de la licencia, seguidamente se deberá cubrir el Impuesto de Construcciones, instalaciones y obras que corresponde al 4% de la base imponible del presupuesto de la obra.
Por último, se deberá cubrir la tasa por utilización privativa del dominio público local, un impuesto que aplica en los permisos de obra cuando sea necesario ocupar la vía pública con diferentes implementos como contenedores, andamios o maquinaria. Aunque son reducidos los casos, el coste final dependerá de la ubicación, tiempo y tasas por zona.
Son dos las clasificaciones donde el permiso de obras deberá ser ejecutado, las reformas de acabados y las reformas que modifican la distribución actual de la vivienda. La primera de ellas indica la restauración o sustitución de acabados interiores a través de procesos como pintar, cambiar el suelo entre otros. En este caso el permiso como tal no es requerido, pero si se deberá emitir un comunicado de obra.
Si alguno de estos procesos genera residuos que deberán ocupar contenedores en la calle, entonces si será necesaria la emisión del permiso de obras. Generando además, un coste de 0.96 a 4.78 euros/día por colocar el contenedor o saco, el monto varía según las proporciones y zonas. Seguidamente se ubican las reformas que modifican la distribución actual de la vivienda que, por lo general hacen referencia a pasar de dos a tres dormitorios o cambiar el baño o cocina.
Este tipo de permiso de obra es mucho más complejo ya que requiere Cédula de Habitabilidad actualizada, los planos del estado previo y definitivo, el presupuesto de obra, una memoria en la que se refleje los cambios que se van a ejecutar y un plano de situación. Todo esto se deberá presentar con el pago de la tramitación que se ubica en 287.70 euros por superficie de 500 metros cuadrados, el 4% del presupuesto y el impuesto por contenedor.