Como es lógico, los administradores de fincas tienen una importantísima responsabilidad: ésta no es más ni menos que gestionar los asuntos propios de una comunidad de vecinos, de la funcionalidad del edificio y de los conflictos que puedan hacer tambalear la paz y tranquilidad en estas comunidades de vecinos. Está claro que toda persona puede tener despistes pero en el caso de un administrador de fincas, los hay que pueden acarrear consecuencias para los vecinos. ¿Comete tu administrador alguno de estos errores? quizás es hora de cambiar…
La definición es clara: los administradores de fincas son aquellos profesionales en quien una comunidad de propietarios confía para la gestión de sus asuntos internos y comunes relacionados con el edificio donde viven. En ocasiones, éstos pueden tener despistes de rápida y sencilla solución y otras en cambio, puede ser un despiste que pueda poner en jaque a la propia comunidad de vecinos. Si esto se repite más de la cuenta, es preciso pensar seriamente en cambiar de administrador. Hay errores injustificables.
Por ejemplo, si se estropea el ascensor y el administrador de fincas olvida llamar de urgencia a la empresa que tiene que arreglarlo. Gran problema para los vecinos que viven en los pisos más elevados del edificio o si hay vecinos con movilidad reducida, que con el ascensor estropeado no pueden salir con facilidad a la calle. La gestión del administrador de fincas aquí debe ser rápida y eficaz porque quizás no hay presidente en la comunidad, éste no se haya enterado o los vecinos no tengan el contacto de la empresa de ascensores. Normalmente es el administrador de fincas quien debe gestionarlo.
Otro ejemplo es que el administrador de la finca se olvide de notificar avisos tan sumamente importantes a los vecinos como que un día determinado se va a cortar el agua en todo el edificio, la luz o que van a empezar unas obras. En cualquier caso, el administrador debe notificar con suficiente antelación a los vecinos estos inconvenientes. Y que éstos no se encuentren con problemas por falta de información. El estar en contacto siempre debe ser fundamental.
La gestión online y por teléfono de las peticiones de los vecinos por parte del administrador de fincas es otra tarea inexcusable. Obviamente se trata también de priorizar las diferentes peticiones de los vecinos o del presidente de la escalera. Pero un error es tener un administrador fantasma que jamás conteste a nada. Al menos una respuesta forma en 48 horas en fundamental.