En numerosas ocasiones, los vecinos de una misma comunidad desean realizar cambios en sus ventanas o en la fachada en general porque consideran que está deteriorada o simplemente quieren cambiar la estructura de la misma. ¿Cuál es el papel del administrador de fincas en este sentido?
El administrador de fincas puede resolver rápidamente las dudas de los propietarios y un de las dudas más recurrente que suelen plantear los propietarios es cuando quieren reformar sus fachadas. Bien porque están deterioradas o porque quieren modernizarlas pero ¿quién debe abonar esta reforma?
Según la Ley de Propiedad Intelectual (LPH), las ventanas y cerramientos son consideradas elementos comunes de uso privativo. La LPH reconoce “como elementos comunes las fachadas, con los revestimientos exteriores de terrazas, balcones y ventanas, incluyendo su imagen o configuración, los elementos de cierre que las conforman y sus revestimientos exteriores”.
Por tanto, si se desea cambiar toda la fachada, se debe llegar a un acuerdo entre todos y compartir los gastos que conlleva abonarlo. Sin embargo, si es un solo vecino quien desea realizar el cambio en su parte de la fachada, también puede hacerlo pero en ese caso, es sólo el propietario que quiere hacer el cambio quien debe abonarlo. Eso sí debe pedir permiso al resto de vecinos.
Con un administrador de fincas es un asunto sencillo de resolver ya que se plantea la duda y los vecinos pueden dar su opinión rápidamente. Incluso se pueden realizar reuniones de propietarios online para votar quién desea hacer el cambio y quién no; la empresa que desean que realice la obra; y cuándo es la fecha más conveniente para comenzar.
Además, el administrador de fincas debe conocer todas la opciones que tiene su comunidad y estar siempre al día respecto a la legislación. Una vez que la comunidad ha decidido realizar la reforma y gracias al administrador de fincas, se pueden presentar todos los presupuestos de las diferentes empresas y que los propietarios decidan cuál es la más conveniente.
El administrador de fincas es una figura muy transparente ya que comparte toda la información necesaria y aclara rápidamente y sin esperar a la reunión presencial, todas las dudas de los propietarios, a la vez que estos pueden hacer sugerencias, criticar las sugerencias del resto de propietarios y emitir votos libremente.