Las juntas de vecinos dan verdadero pavor en la mayor parte de los casos debido a que suelen ser gestionadas por los propios vecinos que, en muchos casos, no tienen ni la formación adecuada ni las competencias necesarias. Ser presidente o tesorero de una comunidad vecinal es una gran responsabilidad a pesar de que se suele pasar por alto. Por ello hacemos un alto en el camino para formular algunos consejos que serán muy prácticos en una celebración de junta de vecinos.
Una alternativa siempre es la de contratar un gestor profesional de comunidades vecinales para prevenir las posibles vicisitudes que surjan en las juntas de vecinos. De este modo, se facilitará todo lo relativo a los niveles de morosidad de la comunidad de vecinos y la asistencia legal. La asistencia legal suele incluir el seguro obligatorio de dicha comunidad, la administración de fincas y la gestión de cuotas entre vecinos. Aún así, para la celebración de juntas de vecinos son necesarias algunas recomendaciones.
La convocatoria de las juntas de vecinos suelen limitarse a 1 vez al año salvo en los casos urgentes. En este caso la regulación a partir de La Ley de la Propiedad Horizontal establece que la puede convocar el presidente únicamente o un 25% de los vecinos de acuerdo. También existe la posibilidad de que sea una cuarta parte de las cuotas que participen. Lo más importante es saber que aunque la convoque el presidente, este puede ausentarse siempre y cuando el voto sea en mayoría.
La delegación del voto del presidente u otro miembro debe ser (a nivel legal) presentando por escrito nombre, apellidos, DNI y dirección así como firma de la persona que quiere ser representada. Se recomienda que la notificación de las actas estén exentas a alusiones a los nombres de los vecinos ya que esto iría en contra de la Ley Orgánica de Protección de Datos.
Una vez se ha llevado a cabo la convocatoria es muy recomendable que uno de los vecinos sea el mediador. Habitualmente ha de ser el tesorero o el presidente pero lo cierto es que todo dependerá del tipo d comunidad. Lo importante es que exista una persona que sea neutra entre el resto de vecinos aún posicionándose a la hora de votar. De esta manera será más fluida la comunicación entre las diferentes partes durante todas las juntas de vecinos.
A nivel individual es fundamental que las juntas de vecinos se basen en unos parámetros establecidos. Estos parámetros están caracterizados, en gran medida, porque reinen los buenos modales, no se alce la voz, se vote a mano alzada y se mantenga la compostura y el respeto con respecto al resto de vecinos. También se recomienda no acudir a estas reuniones con niños e intentar hacer acopio de tolerancia y empatía con respecto al resto de vecinos.
Las Juntas Extraordinarias se han de convocar para todos los vecinos por igual. Esta convocatoria puede tener que ver con los límites de plazos de pago de cuotas, reformas urgentes, situaciones vecinales insostenibles y otras características. Denominadas coloquialmente, juntas urgentes, no están sujetas a una obligatoriedad como la Junta Anual, que es recomendable que se dé año tras año.
Las Juntas Extraordinarias siguen un patrón muy diferente de las obligatorias por lo que antes de convocarlas es fundamental que todos los vecinos estén conformes. Suelen tener lugar cuando hay derramas no planificadas que requieren de una reunión para calmar los ánimos y llegar a acuerdos. En estos casos, un gestor de fincas externo puede ser la solución para que no surjan dificultades en la comunicación.